¿Conoces la expresión da leccarsi i bafi?
Lo usamos cuando comemos algo delicioso, tan bueno que no quieres desperdiciar nada, tan bueno que no dejarías ni rastro en el plato.
La cocina italiana está llena de opciones sabrosas, es una de las gastronomías más reconocidas del mundo. Todos conocemos la pizza, la pasta, el tiramisú, pero también en la cocina italiana podemos encontrar comida poco convencional, no demasiado conocida para los extranjeros, pero también comida sólo para algunos valientes.
Está el lampredotto, una comida callejera florentina, cuyo ingrediente principal es el abomaso (uno de los estómagos del bovino) y se sirve en forma de bocadillo.
Tenemos un producto más conocido: el gorgonzola, un queso con DOP (Denominación de Origen Protegida) de Milán. Este queso de color blanco-verdoso tiene sus características vetas verdes porque pasa por un proceso de erborinatura, es decir, creado por mohos seleccionados (organismos multicelulares pertenecientes al reino de los hongos). Para el gorgonzola moderno se utilizan cepas de penicillium, pero en siglos pasados los mohos procedían del medio ambiente.
También, en Palermo, podemos encontrar el pani câ meusa, que es un pan relleno de bazo (un órgano rico en hierro) y pulmón de ternera.
El cibreo es un plato florentino cuya receta se basa en crestas, hígados, carúncula (carnosidad debajo del pico coloquialmente llamada “moco”) y testículos de gallo, con estos ingredientes se hace una sopa.
El polpo arricciato, es una especialidad de Puglia que se come cruda, el pulpo se golpea contra una roca a la orilla del mar, se crea una espuma que se quita enjuagándola con agua de mar, después se sumerge en un recipiente lleno de agua de mar y se rizan sus tentáculos; de ahí el nombre pulpo rizado.
Comer estos platos puede no parecer una buena idea por lo extraños que son, pero en todo el mundo se comen cosas con ciertas similitudes, en México se come menudo que se prepara con estómago de res y chiles; las patitas de pollo; en algunos lugares de los estados de Guerrero y Oaxaca se come el bazo; estamos acostumbrados a comer sushi con pescado, mariscos y crustáceos crudos; y una delicia que se come en Francia son los escargots, que son caracoles; y no olvidemos que en México se comen chapulines. Si eres curioso e incluso valiente, te invito a que te aventures y pruebes cosas nuevas, no sólo de comida sino también probar haciendo cosas que te dan miedo, recuerda que no podemos saber si algo nos gusta o no hasta que lo experimentamos nosotros mismos.
¿Y tú comerías estas “especialidades” de la cocina regional italiana? ¿Y te chuparías los dedos? Probablemente no, o probablemente no a la primera, pero quién sabe, puede que encuentres tu comida favorita y sin igual.